En las pequeñas comunidades rurales del municipio de San Miguel no existen guarderías. Esto se debe principalmente a que las madres no tienen un empleo “externo”; se quedan en casa para cuidar a sus hijos, aunque algunos participan en actividades artesanales. Después de alrededor de los ocho meses de edad, los niños son alimentados esencialmente con la misma dieta que el resto de la familia.
Desde 1984, Feed the Hungry San Miguel ha brindado comidas escolares en muchas de las comunidades más pobres de San Miguel de Allende. Durante ese tiempo, hemos observado que muchos de los niños ingresan a la escuela ya desnutridos, y hasta cierto punto subdesarrollados, debido a las condiciones de pobreza en el hogar y las deficiencias nutricionales relacionadas con la falta de vitaminas y minerales en su dieta. Es por eso que lanzamos una nueva iniciativa para brindar sustento a los niños que han sido destetados pero aún no están en la escuela; típicamente, de ocho meses a cuatro o cinco años. Estamos comprometidos a ayudar a esta población tan vulnerable durante este importante período de crecimiento y desarrollo, porque la mala nutrición en los primeros años de un niño puede manifestarse en una miríada de trastornos cognitivos y de salud.
To address this issue, the Early Childhood Nutrition program was launched in 2019 and is currently operating in 15 communities, helping 223 children. Candidates invited to participate in the program are selected based on health assessments that we conduct in the communities where we operate school kitchens. The program is designed to diagnose and monitor the children’s conditions as well as educate the mothers about proper nutrition. Many of the parents are unaware of the bad choices they are making for themselves and their children, because that’s the way they were raised.
En las comunidades donde funciona el programa de Nutrición Infantil Temprana, las madres inscritas en el programa reciben semestralmente entregas de alimentos y talleres educativos. El programa está dirigido por el jefe de cocina Valentin Patlan, y cuenta con el apoyo de la nutricionista Liliana Granados y la chef Paola del Carmen Sanabria. El equipo es responsable de recopilar datos iniciales de una comunidad específica donde las mamás y los bebés han sido identificados y entrevistados previamente. La nutricionista pesa y mide a cada niño, entrega un diagnóstico y, en caso de desnutrición, el equipo programa visitas personalizadas a los hogares para conocer más sobre los hábitos alimentarios de sus familias. Los chefs diseñan menús que las familias son capaces de preparar dentro de sus posibilidades. Dependiendo de la gravedad de sus deficiencias nutricionales, las familias tendrán de seis a doce meses para trabajar con los nutricionistas y chefs y producir resultados que saquen a los niños de la desnutrición y los lleven a un rango saludable y normal según su edad, peso y mediciones.
Dos veces por semana, el personal de Feed the Hungry visita las comunidades rurales donde se reúnen con las madres y los niños. Entregan cereales, arroz, legumbres, verduras y frutas, alimentos en los cuatro grupos que una familia sana y en crecimiento necesita para una dieta equilibrada.
Las madres asisten a clases de cocina basadas en la nutrición para que el programa sea sostenible: pueden seguir nuestras pautas y menús en el hogar.